Argentino prueba chontaduro por primera vez y su reacción alarma a la familia
![Es Argentino, su yerno colombiano le hizo probar chontaduro y su reacción preocupó a la familia](https://www.24matins.es/wp-content/uploads/2024/06/Argentino-prueba-chontaduro-por-primera-vez-y-su-reaccion-alarma-660x370.png)
Decidió experimentar con un producto tradicional de la Amazonía, cuyo nombre le resultó bastante peculiar. ¿Te atreverías a probar algo así?
Tl;dr
- Un argentino prueba un snack colombiano por primera vez.
- La pareja de creadores de contenido documenta la experiencia.
- El snack, “chonta duro”, es el corazón de una palma.
- El chonta duro es apreciado por su versatilidad y nutrientes.
Una experiencia gastronómica internacional
La globalización ha permitido que se produzcan cada vez más parejas internacionales en Sudamérica. Un ejemplo de ello es Santi y Laurita, una pareja de creadores de contenido compuesta por un colombiano y una argentina, quienes recientemente documentaron una experiencia culinaria única.
El desafío: probar un snack colombiano
En un video compartido en su cuenta, Santiago reta a su suegro argentino a probar un snack típico de su país natal, Colombia, conocido como “chonta duro”. La expectación crece mientras Santiago prepara el snack, y finalmente, el suegro lo prueba. A pesar de su respuesta diplomática, “Riquísimo, pero está, no quiero más”, se puede suponer que no quedó completamente convencido.
¿Qué es el “chonta duro”?
El “chonta duro” es el corazón de la palmera chonta, nativa de América del Sur, especialmente de la región amazónica. Este producto es un aperitivo tradicional en Colombia que a menudo se conserva y se consume tanto crudo como cocido.
El “chonta duro” es apreciado por su textura firme, sabor suave y delicado. Además, es una excelente fuente de fibra, proteínas, vitaminas, especialmente vitamina C, y minerales como potasio y hierro, lo que lo convierte en un alimento nutritivo.
Opinión editorial
Este incidente anecdótico es un recordatorio de cómo la gastronomía puede ser un puente entre culturas. Aunque no todos los platos puedan ser del agrado de todos, el simple acto de probarlos abre un camino hacia el entendimiento mutuo y el aprecio por las diferencias culturales. Así, cada bocado se convierte en una oportunidad para viajar y descubrir nuevas tradiciones.