Busca a su hijo adoptivo en maratones, llevando sus datos en su remera
A los 20 años, Paula enfrentó una de las decisiones más duras de su vida. Tras un proceso de perdonar y aceptar, halló en el atletismo una vía crucial para seguir adelante, aunque aún persigue su principal objetivo: reencontrarse con Sebastián. ¿Logrará cumplir su meta?
Tl;dr
- Paula, de 56 años, corre maratones para encontrar a su hijo.
- Entregó a su hijo en adopción debido a la violencia de género que sufría.
- Paula luchó contra la depresión y se volvió independiente.
- Continuará corriendo hasta encontrar a su hijo Sebastián.
La lucha de una madre
En cada maratón que se celebra, hay cientos de personas con motivaciones diferentes. Sin embargo, hay una historia que destaca entre todas: la de Paula, una mujer de 56 años que corre en busca de su hijo Sebastián, a quien tuvo que dar en adopción hace 33 años mientras era víctima de violencia de género.
Una vida marcada por la adversidad
Paula Liliana Salto nació en Quimilí, Santiago del Estero, y desde joven tuvo que enfrentarse a situaciones difíciles. Perdió a su madre a los 6 años, su hermano murió atropellado dos años después y ella misma fue víctima de abuso sexual en su adolescencia. A pesar de las dificultades, Paula luchó por ser independiente, trabajando en lo que podía y viajando a Buenos Aires en busca de un futuro mejor.
En Buenos Aires, trabajó como empleada doméstica y empezó a ver nuevas oportunidades. Sin embargo, su vida cambió drásticamente cuando quedó embarazada y fue presionada para dar a su hijo en adopción. “No lo olvidé ningún día de mi vida. Tengo miedo de morirme y no encontrarlo, pero todavía tengo esperanzas”, expresó Paula.
La carrera por la esperanza
Después de años de lucha y superación, Paula decidió que era hora de buscar a su hijo. Comenzó a correr maratones, y en cada carrera lleva una camiseta con los datos de su hijo y la frase: “Antes de llegar al cielo te encontraré”. Cada medalla que gana es un paso más en su búsqueda, una búsqueda que comparte con todos los que la ven correr.
Hoy, además de correr, Paula trabaja como enfermera en el área de Maternidad y se siente satisfecha con su vida. Sin embargo, no descansará hasta encontrar a Sebastián. “Las cosas suceden por algo y para mí encontrarlo a Sebastián sería mi mayor logro. Podría decir que ya me puedo morir tranquila o vivir tranquila, porque es la única cuenta pendiente que tengo”, concluyó Paula.
Opinión editorial
La historia de Paula es una prueba de la resilencia humana. A pesar de las adversidades y el dolor, ella ha encontrado la fuerza para luchar, superarse y buscar a su hijo incansablemente. Su historia es un recordatorio de que la esperanza puede impulsarnos a superar incluso las situaciones más difíciles, y que nunca es tarde para buscar la reconciliación y la paz.