¿Correr daña las articulaciones? Mito vs Realidad
El running es un ejercicio de alto impacto que requiere mantener fuertes nuestras caderas, rodillas y tobillos. ¿Cómo puedes fortalecer estas áreas para mejorar tu rendimiento en esta actividad?
Tl;dr
- Existen mitos sobre los daños en las articulaciones por correr.
- La carga de entrenamiento inadecuada puede causar daños.
- El cartílago se adapta rápidamente a la carga de correr.
- Existen formas de evitar el dolor de rodilla al correr.
Desmitificando la carrera: ¿Amiga o enemiga de las articulaciones?
El running, una actividad en auge, suele ser objeto de varios mitos, entre ellos, el que sugiere que puede ser perjudicial para la salud de las articulaciones, sobre todo para el cartílago articular.
La carga de entrenamiento: Un factor influyente
Si hay un elemento en la práctica de la carrera que podría provocar daños en las articulaciones, “probablemente sea una carga de entrenamiento que no sea adecuada para las capacidades de recuperación”.
¿Correr daña el cartílago?
Jean-François Esculier y su equipo de La Clinique Du Coureur, en Francia, llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura científica sobre el impacto de la carrera en las articulaciones. Los estudios analizaron el cartílago de la rodilla, el tobillo y el pie en 760 corredores. Los resultados mostraron cambios inmediatos en el cartílago después de correr, pero estos no son permanentes y tienden a normalizarse después de 24 horas. Esto evidencia la rápida adaptabilidad del cartílago a la carga inducida por la carrera.
La “rodilla de corredor” y cómo evitar el dolor
Existen lesiones más frecuentes en corredores como la “rodilla del corredor” o el dolor patelofemoral. Pero estas afecciones no ocurren por el simple hecho de correr, sino por hacerlo incorrectamente o con desequilibrios musculares. Por ello, es vital tomar medidas para limitar el riesgo de dolor de rodilla al correr, como un buen calentamiento, un entrenamiento razonado, evitar superficies duras, utilizar calzado y equipamiento adecuado, mantener una correcta hidratación y, si es necesario, utilizar una rodillera.
Opinión editorial
En resumen, correr no tiene por qué ser perjudicial para nuestras articulaciones si se hace correctamente. Es importante escuchar a nuestro cuerpo y adaptar el entrenamiento a nuestras capacidades de recuperación. Es fundamental prevenir antes que curar, mantener una buena forma física y, sobre todo, disfrutar de la carrera.