El fiscal de Corrientes revive el escalofriante asesinato ritual de ‘Ramoncito’ en el Caso Loan de 2006
Este espeluznante asesinato tuvo lugar a 90 kilómetros de la ubicación donde el pequeño de 5 años desapareció el 13 de junio pasado. Los responsables fueron sentenciados a cadena perpetua. ¿Lograremos alguna vez entender qué los llevó a cometer tal acto?
Tl;dr
- Ramón Ignacio González fue víctima de una secta en 2006.
- El caso conmocionó a Corrientes y resurge en la búsqueda de Loan Danilo Peña.
- Diez personas fueron condenadas por el crimen ritual.
- El crimen de Ramón González involucró tortura, asesinato y explotación sexual.
El macabro caso de Ramón Ignacio González
El 6 de octubre de 2006, la provincia de Corrientes se paralizó ante una tragedia inimaginable: el joven Ramón Ignacio González, también conocido como “Ramoncito” o “Moná”, desapareció camino a la escuela. Su destino final fue uno de los crímenes más espeluznantes que la región ha conocido, pues fue víctima de una secta que lo torturó y descuartizó en un ritual satánico.
El crimen que conmocionó a todo el país
El caso tuvo un impacto profundo en la ciudad de Mercedes, con una población de apenas 60.000 habitantes. En medio de la búsqueda desesperada de Loan Danilo Peña, el recuerdo de este terrible episodio ha resurgido. César Sotelo, fiscal general del Poder Judicial de Corrientes, destaca que este tipo de delitos no son comunes en la región. Sin embargo, la desaparición de Ramón González es un recordatorio de lo que puede llegar a suceder.
Las huellas del crimen
La investigación del caso llevó varios años, pero finalmente diez personas fueron encontradas culpables de “homicidio triplemente calificado por haberse cometido con ensañamiento, alevosía y con el concurso de dos o más personas en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal y con el delito de privación ilegítima de la libertad”. La secta que cometió este crimen estaba organizada en distintos niveles y su principal objetivo era “obtener poder político y económico a través de rituales mágicos religiosos”.
Opinión editorial
Es inquietante y a la vez necesario recordar casos como el de Ramón González. Su historia nos recuerda la importancia de proteger a nuestros niños y jóvenes, y de trabajar de manera incansable en la prevención y persecución de crímenes horribles como este. A pesar de la tragedia, la justicia prevaleció, y es nuestro deber como sociedad garantizar que hechos como este no se repitan nunca más.