Javier Milei: El disruptivo que seduce a los peronistas con las armas de Evita
El Presidente es conocido por su lenguaje grosero, algo que sus críticos de izquierda y del kirchnerismo interpretan como brutalidad e insensibilidad. Sin embargo, estas son las herramientas que utiliza para conectarse con la gente común y desafiar a las élites, al igual que lo hacía la "abanderada de los humildes". ¿No es esta una táctica efectiva?
Tl;dr
- Javier Milei es conocido por su comportamiento vulgar y agresivo.
- Usa estas tácticas para conectarse con una cultura popular.
- Milei ha logrado penetrar en el electorado de sectores bajos.
- Busca aliados en las filas desorientadas del PJ para dividir al peronismo.
El comportamiento de Javier Milei
Javier Milei, una figura conocida tanto en el país como en el extranjero, ha logrado notoriedad a través de su comportamiento agresivo y vulgar, tanto en conferencias como en entrevistas en medios importantes. A menudo sus expresiones y gestos son calificadas como “fuera de lugar” e “indignos de su investidura”, causando consternación tanto en sus interlocutores como en quienes resultan sus ocasionales o regulares víctimas. Este comportamiento ha llevado a caracterizarlo como un “guarango”, y no faltan razones para ello.
La estrategia de Milei
Más allá de lo que pueda pesar su disfrute personal, lo decisivo debe ser que sus tácticas funcionan en un sentido más amplio, que le resultan políticamente útiles frente a la sociedad. Permiten a Milei conectar de manera directa con una cultura popular largamente cultivada, precisamente por el propio peronismo, de desprecio hacia las reglas del habla culta cuando ella pretende marcar distancias jerárquicas frente al habla común de la gente.
El éxito de Milei
Milei ha logrado penetrar en el electorado de sectores bajos históricamente cautivo de los herederos de Perón, despertando la envidia de políticos de todas las extracciones que nunca han podido ni podrán jamás tocar las fibras más íntimas de las masas subalternas. Es, al menos en esa faceta, el político de éxito que más se parece a Eva Perón desde que ella luciera orgullosa sus gestos y rasgos de chica del interior, curtida en el esfuerzo por superar el desprecio de los “copetudos” para triunfar en la gran ciudad.
Opinión editorial
Milei es un claro ejemplo de cómo una figura política puede utilizar tácticas agresivas y vulgares para conectar con una audiencia y ganar apoyo. Sin embargo, es importante considerar las implicaciones a largo plazo de este tipo de comportamiento. ¿Es beneficioso para la sociedad que nuestros líderes se comporten de esta manera? ¿O estamos normalizando un tipo de discurso que en última instancia puede ser perjudicial para la convivencia democrática? Solo el tiempo dirá si la estrategia de Milei resultará ser un éxito duradero o una táctica de corto plazo con consecuencias a largo plazo.