Milei invitado en el nuevo mandato de Bukele: desafío de impulsar la economía
El presidente salvadoreño, tras la controvertida erradicación de pandillas, enfrenta un desafío significativo: impulsar el crecimiento de su país, uno de los más empobrecidos de Centroamérica. ¿Podrá superar este desafío?
Tl;dr
- Nayib Bukele inicia su segundo mandato en El Salvador.
- El país ha logrado la pacificación a través de métodos polémicos.
- El mayor desafío es ahora impulsar la frágil economía.
- Se cuestiona si Bukele mantendrá su popularidad ante las crecientes demandas económicas.
Inicio de un nuevo periodo de gobierno
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, asume este sábado un nuevo período de gobierno de cinco años, después de ser reelegido con un aplastante 84,6% de los votos. Bukele, de 42 años y que llegó a autodefinirse como “el dictador más cool del mundo mundial”, gobernará hasta el 1 de junio de 2029.
Una lucha polémica pero exitosa
A lo largo de su primer mandato, Bukele llevó a cabo un programa de lucha contra las maras, las pandillas que durante más de 30 años aterrorizaron al país. Más de 80.000 pandilleros, o sospechosos de serlo, fueron detenidos en los últimos dos años, bajo un estado de excepción que suspendió derechos y que ya fue extendido 26 veces. A pesar de numerosas denuncias de violaciones a los derechos humanos, el país está prácticamente pacificado.
La economía, el gran desafío
Con la seguridad restaurada, el mayor desafío de Bukele en su segundo mandato será impulsar la economía. Según el periodista y escritor Oscar Martínez, la economía es “el mayor reto actual que la gente está notando en las calles”. En los últimos cinco años, la pobreza extrema se ha duplicado y la inflación de abril fue de 1,2%. Según el Banco Mundial, la economía creció el año pasado 2,7%, pero este crecimiento se define como frágil en un modelo dolarizado como el salvadoreño.
Opinión editorial
El segundo mandato de Bukele será una prueba de fuego para demostrar si su liderazgo autoritario puede generar confianza y estabilidad económica, sin olvidar que su política de seguridad ha sido muy cuestionada. Si bien es cierto que ha logrado pacificar al país, la pregunta es a qué costo y si esta paz será sostenible a largo plazo. Los salvadoreños necesitan una economía fuerte y una mejora en la calidad de vida, no solo la ausencia de violencia.